miércoles, 13 de mayo de 2009

The B-52's en Lima - La fiesta interminable.

Llegué a la puerta del Estadio Nacional pasadas las 8 de la noche, y en la puerta estaba mi tio Victor, Raúl Montañés (que fue el héroe de la noche),y unos amigos más. Era muy tarde para ver a Los Protones, y según lo que me dijeron después, me perdí de una buena presentación de esta banda limeña.
De un momento a otro mi tio me dice: Entremos, ya! Apúrate que ya va a empezar New York Dolls!


New York Dolls


Yo estuve en shock los 15 primeros minutos desde que entré al Estadio Nacional. Fueron demasiadas sensaciones juntas. Eran poco más de las nueve de la noche, y la guitarra de Syl Sylvian ya llevaba sonando unos segundos.. Segundos que me demoré en entrar corriendo a Private Idaho.

Era increíble. Fui con todas las intenciones de ver el concierto, pero sin la certeza de que lo haría. Y en ese momento estaba debajo de este hombre que se movía sobre el escenario como dueño y todopoderoso, que nos sonreía a cada uno, que nos miraba a los ojos y nos transmitía toda su energía. Me sentí insignificante, y avergonzada, estaba frente a estos tipos que la rompían ahí y yo pues, yo pues... Yo no había escuchado más de dos canciones de ellos. Pero estar ahí y tenerlos tan cerquita se sintió como predestinado, como si los hubiese escuchado toda la vida.

Ahora ya estaban tocando, recuerdo haberme movido y empujado a mi tio un par de veces al pogo, que fue muy amistoso, que transmitía la felicidad de los fans que no se lo creían al igual que yo.



Enérgicos, llamativos, de vestimenta muy glam de acuerdo a su estilo, estos genios del punk emocionaron a todos los asistentes, muchos de los cuales afirmaban haber ido al concierto tan sólo por verlos. Y el parecido del cantante con Mick Jagger era reconocible de lejos, incluso por su performance en vivo.

Tocaron canciones de su nuevo disco Coz I sez so, y claro, también We are in love, Stranged in the jungle, Trash y Dance like a monkey, entre muchas otras, donde la gente empezó a corear el "uuh uuh" que provocaba David Johansen, fue el momento en el que todo el stand up por fin se puso a participar, ya no sólo los que estaban más cerca del escenario.

Finalizaron con Personality Crisis, y para muchos no fue suficiente, pero su discografía tampoco es muy extensa.. Ver a estos dinosaurios del punk ha sido reinvidicarme con mis inicios.

The B-52's


Poco menos de las 11 de la noche, mi conversación con Miguel Angel (Voz Propia) se ve interrumpida por las luces apagadas, y la presencia de estos seres psicodélicos que llegaron para armar el mejor tono de nuestras vidas! Empezaron con Pump, que pertenece al disco que vinieron a promocionar, "Funplex". Escucharlos cantar, verlos moverse con tanta energía me recordó que aunque hayan pasado los años, el espíritu no cambia. Empezaron animadísimos, contorneándose felices, pero a medida que el concierto continuaba las fuerzas fueron decayendo, aunque sólo en las chicas, porque Fred Scheneider mantuvo el ritmo hasta el final.

Tenían la capacidad de llevarnos a la locura extrema con sus ritmos, y a la siguiente canción dejarnos mudos escuchando sus voces que sonaban como espirituales, y tristes.

Y pues, tocaron todas las que ya conocemos: Private Idaho, Party out of bounds y Love Shack, cuando de repente desaparecieron del escenario. Obviamente, nadie se movió de su lugar, porque la noche era muy joven aún (00:00) para que la fiesta termine.



Y volvieron. Y Fred tenía en las manos unas pistolitas como sacadas del cuarto de juguetes de un niño, con las que nos disparaba a dos manos intentando eliminarnos cual invasión extraterrestre. La fiesta no podía terminar. Yo misma llevaba bailando cerca de dos horas sorprendiéndome de mi resistencia causada por los ritmos desenfrenados de estos genios.

De tanto en tanto Fred intentaba algunas frases en español, que me parecían un acto sincero y a la vez gracioso, de lograr comunicarnos su entusiasmo. Anunció a la langosta, y señalando una de plástico que había entre el público empezó a sonar Rock Lobster, desatando a todo el mundo, se podía ver a la gente en las tribunas bailando de todas las formas posibles. Incluso las bailarinas que presentaron Los Protones subieron, uniéndose a la fiesta desde el escenario.

Y así, terminó esta fiesta que no debió terminar jamás. Verlos en vivo fue como volver en los años, y disfrutar de toda esa gloria pasada aquí, ahora, y tan vigente que me hace olvidar todas las críticas negativas que puedan hacerle a esta banda que llegó para mover a todos los asistentes y lo logró. Particularmente salí felíz de ahí, y sin creérmela aún.





jueves, 7 de mayo de 2009

Where you end and I Begin




Ando como en un trampolín
Saltando altísimo
Cayendo de golpe..

Con las nubes a mi lado
Usando arcoiris como vayas mientras corro
Pero luego un rayo me asusta y caigo de repente

Talvez podría levantarme
Pero el rayo me aprieta contra el suelo
Y no me deja ponerme de pie.